Herencias... Legados
A veces sentimos rabia por los actos de nuestros antepasados, otras, vergüenza futura por los actos que está llevando a cabo la generación de la que formamos parte y de cuyos resultados habrán de ser testigos nuestros propios hijos. Otras veces las penas que sufrimos son tan grandes que quedan impresas en nosotros como el signo por el que nos han de recordar.
Porque es inevitable sentir que, lo mismo que las alegrías, las amarguras que nos llevamos a la tumba serán transmitidas y quedarán penando en aquellos a quienes dimos vida, os copio un pequeño extracto de un libro:
... en aquel relámpago de lucidez tuvo conciencia de que era incapaz de resistir sobre su alma el peso abrumador de tanto pasado. Herido por las lanzas mortales de las nostalgias propias y ajenas, admiró la impavidez de la telaraña en los rosales muertos...
"Cien Años de Soledad" - Gabriel García Márquez
El tiempo no pasa, no hace más que girar cargando a nuestros hijos con lo que nosotros dejamos...
2 comentarios:
Prefiero no adornar con mi proverbial negativismo tan brillante entrada. Me morderé por tanto.
No oses morderte jamás. Me gusta leerte.
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