4.6.06

Al final lo consiguió


Sigfredo querido,

No sé cómo lo hará, pero al final a mí también me convenció para meter la cámara en el bolso un par de días. Un par de días descorazonadores por cierto, jamás pensé que sería tan sumamente inútil para manejar una cámara.

Este es el (triste) resultado de esos dos días:

La primera foto le gustó al convencedor... yo no le veo mucho, pero en fin.

La segunda no le gusta a nadie, pero ese bicho me encanta y había que ponerlo :)

1 comentarios:

Blogger  ha dicho...

que casualidad, acabo de comprar por catálogo un erizo, a medias con un amigo...

6:40 p. m.  

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