Anciano
Sigfredo querido,
Hoy he visto a un anciano. Debía tener unos 45 años. A veces no hace falta más edad para ser un anciano.
Caminaba encorvado, con una gorra sucia y una mochila rota. Pasaba frente a mi portal y apenas aflojó el paso cuando se agachó para coger algo del suelo. Le observé, preguntándome qué se le habría caído y al levantarse ví que algo le centelleaba en la boca. Era una colilla encendida. Había recogido dos del suelo y se afanó en acabar la primera mientras guardaba la otra. Sin detenerse.
Me pregunté a dónde iría, y si realmente iba a algún sitio o tan sólo no quería parar.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio