El Vestido de Mi Vida
Expongamos la escena:
Sábado. Yo en ropa interior, cancán y zapatos de tacón en una tienda de vestidos de novia.
Una dependienta probándome secuencialmente diversos ropajes más o menos vaporosos que cubren toda la gama del blanco.
Al fin se detiene en uno. ¡Este es! - Me dice - Este es tu vestido.
Llama a la otra dependienta mientras yo contemplo la imagen del espejo intentando unir mi cara con mi cuerpo así vestido en una sola imagen. No puedo.
Tremendamente necesitada de apoyo moral, busco la cara de mi madre en el espejo. En su lugar, aparece la segunda dependienta que acude presta a la llamada
- Es éste. ¿Qué te parece?- Pregunta la primera
La segunda analiza cuidadosamente la escena. Luego asiente con la cabeza y se dirige a mí con una expresión que es mezcla de pregunta y certeza - Nena, ¿éste es el vestido con el que siempre has soñado?-
- Nunca he soñado con un vestido de novia - contesto.
-¿Ah no?- Pregunta la primera dependienta extrañada
-¿AH NO?- casi grita la segunda horrorizada