25.1.07

Quién puede decir lo que haría

Harta de ser un espectador de mi vida


Siento que la propia vida depende sólo de las propias decisiones.

Me revuelvo al preguntarme qué bien hace compartirla si dejamos de ser absolutos dueños; si no puedo cometer mis errores, si no puedo dar un salto y ver qué pasa. Si todo lo que yo hago no afecta sólo a mi vida y eso me obliga a no poder hacer la mitad de lo que haría.


Y sin embargo, quién puede decir qué haría.


Si fuera dueña de mi vida, quién puede decir si habría algo que no daría a cambio de tenerte para compartirla. Quién puede decir qué elegiría

Yo, que siempre soñé mi vida, que siempre me desprecié por tomar caminos hechos sin siquiera decidirlos; yo, que prefería no pensar, que dormía mi cerebro esperando el momento en que me naciera el valor, en que me hartase el hastío.

Yo, que supe adaptarme, que probé con lo esperable y supe que podría vivir con eso; yo, que sé que puedo, pero no quiero.

Yo, que estoy harta de esperar, de forzarme, de no escucharme, de no probar. Yo, que siento que hay una vida ahí fuera que me espera; yo, que necesito buscarla, que ansío alcanzarla; yo, que siento que tengo que estar sola para encontrarla.


…Y yo, que te busqué, que te llamé, que bailaba contigo antes de conocerte.


Siento que tengo dos sueños que van en direcciones opuestas. Si fuera dueña de mi vida, quién puede decir lo que haría.